CD. DE MÉXICO. REDACCIÓN NN. – El Instituto Nacional Electoral (INE) enfrentó con buenas prácticas sanitarias internacionales y sin poner en riesgo la democracia, el Proceso Electoral Federal 2021 -el más grande en la historia democrática de México-; la primer Consulta Popular y la Revocación de Mandato, que se organizaron y desarrollaron en un contexto de pandemia, afirmó el Consejero Presidente, Lorenzo Córdova Vianello.
Al participar en la Mesa “La pandemia ¿una emergencia global, respuestas nacionales?”, en el marco del Seminario Internacional Democracia, Estado de Derecho y COVID, realizado en el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM, sostuvo que “la pandemia COVID-19 representa un desafío inédito para los sistemas democráticos y concretamente para la dimensión electoral de la democracia”.
Lorenzo Córdova explicó que el INE enfrentó la pandemia a partir de tres ejes fundamentales: la identificación de buenas prácticas internacionales; la elaboración y puesta en práctica de 23 protocolos sanitarios y la conformación de un Grupo Estratégico, C-19, con especialistas en materia sanitaria y epidemiológica.
“Las medidas que se tomaron fueron efectivas y eficaces”, aseguró, al mostrar una gráfica en la que se puede ver con claridad las cuatro grandes oleadas de contagio que se han tenido desde que inició la emergencia sanitaria y en la que se observa como “la tercer oleada de contagios inició el 16 de mayo; es decir, tres semanas antes de las elecciones del 6 de junio, la curva, si bien, mantiene su lógica ascendente, no se altera, lo cual es la mejor prueba de que los protocolos que se instrumentaron en las elecciones fueron positivos”, subrayó.
En la mesa, en la que participaron de forma virtual, el doctor en derecho Carlos Pelayo; el investigador y docente Francisco Pallante, así como de forma presencial el investigador Guillermo Estrada Adán, el investigador Hugo Concha Cantú y la investigadora Andrea Pozas Loyo, Córdova definió los retos que para las autoridades electorales trajo la pandemia de COVID-19:
En primer lugar, los retos comunicacionales, ya que las autoridades electorales no sólo requieren de gran capacidad técnica en la organización de los comicios, sino que “en tiempos de posverdad, las narrativas de desinformación se combaten con narrativas de información”.
En segundo lugar, está el reto operativo, pues organizar elecciones en tiempos de pandemia incrementa costos y los derechos políticos no deben entrar en contraposición con el derecho a la salud de las personas.
El Presidente del INE agregó que el reto político, donde la pandemia “ha sido utilizada como un pretexto para tratar de vulnerar a los órganos electorales y donde la defensa de la autonomía se convierte en una trinchera fundamental de defensa del Estado democrático de derecho”; y, finalmente, retos tecnológicos que las herramientas tecnológicas se usen en clave democrática y fortalezcan los procesos electorales.